Eran huesos de
tehuelches y mapuches encontrados en el campo y exhibidos en el Museo Tello, en
Viedma. El gobernador
Weretilneck se disculpó en nombre del Estado “por el agravio, el atropello, el genocidio, lo que
hizo el Estado”
En
un acto de reparación histórica poco frecuente, el gobernador de Río Negro,
Alberto Weretilneck, restituyó a representantes de los pueblos originarios
restos de hombres y mujeres tehuelches y mapuches que durante más de cuarenta
años fueron exhibidos como objetos en el Museo Tello de la ciudad de Viedma.
“Tenemos que hacernos cargo del agravio, del atropello, de la injusticia, del
genocidio, de lo que el Estado en sus distintas formas, tiempos, ideologías y
maneras hizo contra nuestros antepasados indígenas.”
El mandatario expresó
su agradecimiento por haberle permitido “compartir este hecho, que es un
momento histórico, distinto y trascendente, que también tiene contenidos de
dolor y tristeza”, al hablar ante representantes de esas comunidades, del Instituto
Nacional de Asuntos Indígenas y del Consejo Asesor Indígena de Río Negro.
En su discurso,
Weretilneck dijo que la ceremonia fue “el cierre de una etapa”, pero también
“una autocrítica y un balance” y a la vez “un punto de inicio”. Agregó en el
mismo sentido que el gobierno provincial actual es “parte de esta decisión,
pero en realidad lo que hacemos es terminar con una reivindicación que viene de
hace muchísimos años para cumplir con una ley nacional y formar parte de la
historia”. En su autocrítica acerca de las políticas de exterminio de los
pueblos originarios, el gobernador puntualizó: “Qué grave, qué cosa tan bárbara
que personas con ideas, con sentimientos y espíritu, hayan sido tratadas como
objetos, queriendo hacerlos ver como si fueran trofeos o cosas”.
El mandatario asumió
un compromiso hacia el futuro: “Nunca más un Estado que agravie y ataque a las
personas, nunca más un Estado que agravie y ataque a las posturas, nunca más un
Estado que agravie y ataque a aquellos que tienen todo el peso de la historia,
del poblamiento, de la cultura, de nuestra región y de nuestro país”. Por todo
lo expuesto, pidió disculpas “aunque sea tarde, porque siempre la verdad se
impone sobre el agravio”. La restitución consistió en la devolución de los
restos de unas 50 personas, mujeres, hombres y niños, que fueron hallados en
campos deshabitados cerca de Viedma en los años ’60 y ’70. Los llevaron al
Museo Tello, que los exhibió hasta 2010.
En representación de
las comunidades mapuches rionegrinas habló María Torres, una de las Pillan Kuse
(mujeres sabias). “Todos queremos tener nuestro hogar y nuestra tierra. Tenemos
mucho dolor y sufrimiento por todo lo que ha pasado. Agradecemos haber sido
escuchados, algo que no sucedió durante muchos años y ahora han podido darnos
respuesta a nuestros reclamos.” Consideró que “es bueno que los gobernantes
miren hacia los pueblos originarios, que respeten sus derechos y sus reclamos”.
Luego de los discursos, se produjo el retiro de los restos de los antepasados
por parte de los representantes de los pueblos originarios.
El instrumento legal
que permitió la restitución es la ley nacional 25.517, a la que adhirió Río
Negro. La norma dice que los restos de aborígenes que formen parte de museos o
colecciones públicas o privadas deben ser puestos a disposición de los pueblos
indígenas que los reclamen.
Vía pagina12.com.ar