Juan Manuel Abal Medina (padre) une
buena parte de todas estas historias con el pasado reciente. Como secretario
general del Movimiento Nacional Justicialista, comandó el Operativo Retorno que
trajo a Perón a la Argentina ,
después de 18 años de proscripción y exilio, haciendo equilibrio entre las
organizaciones armadas y el sindicalismo ortodoxo.
Hermano de Fernando, fundador de
Montoneros; amigo del metalúrgico Lorenzo Miguel, ex marido de Nilda Garré
–actual ministra de Defensa– y padre de cinco hijos, entre ellos, Juan Manuel,
jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, su solo nombre exuda peronismo y
militancia, enlazando a varias generaciones. Con el golpe del ’76, tuvo que
asilarse en la Embajada
de México junto a Héctor Cámpora.
Estuvo recluido en la sede diplomática
hasta el final de la Guerra
de Malvinas, cuando logró el salvoconducto que lo llevó a la libertad pero
también al destierro por peronista.
Abal Medina rehízo su vida en
México, donde trabajó como abogado, llegó a ser funcionario y se hizo muy amigo
de un hombre que, hace tres décadas, era un entrepreneur del rubro gastronómico
con facilidad para hacer dinero. Su nombre, Carlos Slim. Desde su casa en
el DF, la tarde del viernes 15, Abal Medina atendió al programa Mañana es hoy,
de Radio Nacional. Lo que sigue es un extracto de la entrevista:
–Se
conoció hoy la compra de Carlos Slim del 8,4% de YPF. Usted lo conoce. ¿Nos
puede contar quién es?
–Primero aclaro
que no soy asesor ni abogado de Slim. Somos amigos y tenemos una relación
cercana. Lo conocí incluso antes de que fuera tan poderoso. Ha hecho una enorme
fortuna con su trabajo y el trabajo de sus hijos, todos ellos muy idóneos para
los grandes negocios internacionales. Él se inicia en rubros comerciales que
heredó de su padre, es ingeniero con posgrados en los mejores lugares de EE UU,
y cuando toma el control de los negocios familiares, el grupo era un grupo
centralmente comercial, con una cadena de cafeterías, con negocios anexos muy
conocidos en la ciudad de México, y algunos comercios de telas. Ingresa
rápidamente en otros rubros, empezando por la minería y crece mucho. Crea uno
de los grupos que se presentan a la licitación cuando se decide la
privatización del sistema telefónico mexicano, en 1990. Gana esa licitación y a
partir de allí inicia una enorme expansión. Con la liquidez que dan los
negocios telefónicos más su capacidad financiera, hace que el grupo se expanda
enormemente. Ahí comienza a ser considerado el segundo o tercer CEO del mundo,
como propietario de paquetes importantes y conocidos de acciones de empresas
que cotizan en Bolsa. Es de una enorme fortuna, es un gran inversor y ha
manifestado una clara confianza en la economía argentina, no de hoy, sino desde
hace tiempo. Tuvo una relación muy cercana con el ex presidente Néstor
Kirchner, y a posteriori con Cristina. Esta operación de ayer, muy importante,
que ronda los 320 millones de dólares, da cuenta de la envergadura de la
operación: casi un 8,5% del total de YPF. Slim además tiene una empresa
constructora de plataformas para la explotación petrolera y empresas de obras
públicas de gran envergadura. Su participación tan directa creo que será
favorable para YPF y para Slim, porque Carlos no hace malos negocios.
–Bueno, de hecho subieron las acciones
de la YPF
nacional en la Bolsa
de Nueva York.
–Subieron, sí. Es lógico cuando Slim o
este tipo de personas entra en alguna empresa. Esto sí lo charlábamos con él el
otro día, que se iba a producir. Apenas YPF comience a operar con la nueva
conducción, con nuevas alianzas estratégicas que se están haciendo, la acción
de YPF va a ir a un nivel muy superior al actual.
–Sin dudas es una buena noticia, porque
hasta ahora Clarín, La Nación
y Repsol hablaban de la renacionalización de YPF como si fuera una simple
confiscación, eso que alarma a los hombres de negocios, y de repente el hombre
más rico del mundo decide invertir en la Argentina.
–Claro, y este es uno de los hombres
más poderosos hablando de negocios. Y tiene otras apuestas en la Argentina , donde está
incrementando su participación, como en el negocio telefónico. Él es dueño de
Claro, con un programa de inversiones muy importante en la Argentina para el año
próximo. Slim ha negado públicamente que Argentina ofrezca algún tipo de
riesgo, como dicen algunos economistas en esos medios hegemónicos. Argentina
tiene un problema serio con la presencia del grupo mafioso Clarín, problema
viejo, desde que se creó, en la segunda mitad de los ‘40. Un grupo de
extorsionadores, que en su nueva edición maneja este pobre hombre de Magnetto,
con periodistas venales a su servicio. ¿Cuándo los argentinos haremos algo para
sacarnos este problema de encima?
–Por lo pronto, los argentinos votaron
a Cristina Kirchner con el 54 % de los votos, avalando la Ley de Medios de la
democracia, que rige a medias por una cautelar.
–Esperamos que pronto estos grupos se
adecuen a la ley que apoyó la mayoría del pueblo, y que apoyaron la mayoría de
los periodistas, y que las cosas tomen su curso.
–Se está avizorando un futuro muy
interesante en las relaciones económicas en América Latina, en las inversiones
de grupos latinoamericanos. ¿Cómo cree que va a seguir proyectándose esa
cooperación?
–El esquema del Mercosur por un lado, y
la ampliación de ese esquema a prácticamente todo el continente, y ahora la que
yo creo casi segura incorporación de México, dentro de lo que permite su
situación geopolítica, pero con una nueva realidad política que habrá a partir
del 1 de julio –donde las elecciones las ganará una de las dos fuerzas
claramente partidarias de mirar hacia el sur, como lo es el PRI históricamente,
y también el PRD– que es muy auspiciosa. El PAN afortunadamente no tiene
ninguna posibilidad de continuar en el gobierno. Veo las mejores posibilidades
para una integración mayor de América Latina que nos permita pasar una década
que se viene encima muy difícil, porque lo de Europa es grave y va a durar
mucho, una crisis muy profunda, que va a tardar mucho en aterrizar por el
sobredimensionamiento total que tuvo. Nosotros necesitamos robustecer nuestro
ámbito. Creo que el eje Argentina, Brasil y México es fundamental, sin olvidar
otros países como Colombia, y lo veo con muchas posibilidades por la necesidad
que nos genera esta situación internacional y por este cambio político que se
producirá en México.
–Es inminente ese cambio. Todo parece
definirse, como usted dice, entre Peña Nieto y López Obrador (PRI y PRD). A
propósito del gran movimiento juvenil que se llama El 132, que tiene a Peña
Nieto como objetivo a condenar, ¿qué incidencia puede tener este movimiento,
puede ser que López Obrador gane las elecciones de julio?
–Hoy, la moneda
está en el aire. Creo que Peña Nieto lleva una ventaja. Está por verse cuál
será la influencia que pueda tener el movimiento estudiantil sobre la jornada
electoral. Mi impresión personal es que Peña Nieto ganará la elección, pero
ajustadamente. ¿Por qué el movimiento juvenil se expresó así sobre Peña Nieto?
Porque se visualizó que el principal grupo de medios, Televisa, era el que
apoyaba a Peña Nieto. No es un tema tan lineal, pero este fue el motivo del
rechazo, y algunos manejos equivocados del candidato priista. En los dos casos,
habrá una mirada hacia Sudamérica que no ha existido con el PAN, salvo hacia el
Pacífico con esa desafortunada alianza reciente que generó Calderón con
Colombia, Perú y Chile.
–¿Qué
opinión tiene de Cristina Kirchner?
–Es una gran
compañera, una gran presidenta, con el mejor nivel intelectual que hemos
tenido, admirable en muchos sentidos, un lujo para la Argentina.
–¿Y a Juan Manuel, su hijo, en la
jefatura de Gabinete, como lo ve?
–Lo veo muy bien. Me pone muy contento
toda esta generación nueva, cómo los Kirchner han sabido mover las fibras más
intimas de la Argentina.
No le voy a negar que la actuación de mis hijos, en especial
la de Juan Manuel, me provoca orgullo. Cuando los hijos, en mi caso mis
cinco hijos –Juan Manuel, Santiago, Fernando, María Dolores y Paula– son
tan iguales y siguieron nuestros mismos caminos, parece entonces que tan
equivocados no estábamos. Todos bancando el proyecto.
–Lo llevo un poco a los ’70. ¿Conocía
las negociaciones sobre Malvinas entre Perón y el Reino Unido?
–Conozco el tema, lo conocí en aquel
entonces. Sí, tuvo importancia, sin duda, pero la muerte del general truncó el
acuerdo. Hay que decirlo: no estábamos al borde del acuerdo tampoco. Fue una
iniciativa de soberanía compartida. Para Inglaterra era muy oneroso, muy
gravoso sostener Malvinas.
–Este 17 de noviembre se cumplen 40
años del retorno del General Perón a la Argentina. La fecha
pasó a la historia como el Día de la Militancia , en homenaje a todos los que
protagonizaron e hicieron posible el Luche y Vuelve. Pensaba en su exilio
interno tras el golpe, en la
Embajada de México, y el posterior destierro. ¿Nunca se le ocurrió
volver a radicarse en la
Argentina ?
–(Se hace un silencio) Lo más probable
es que eso suceda pronto. En lo que queda del año.