Representantes de Hugo Moyano
y de los sectores enfrentados al camionero dialogaron pero no acordaron. Los
moyanistas ratificaron que el congreso se realizará el 12 de julio. El ministro
Tomada dijo que no hay fecha para que se pronuncie Trabajo.
El Ministerio de Trabajo no logró conciliar posiciones entre los sectores que pugnan por la conducción de la CGT y la central obrera se encamina cada vez a mayor velocidad hacia una colisión cuyo resultado hoy es incierto. Luego de más de tres horas de reunión, el sector encabezado por Hugo Moyano se negó a poner en suspenso la convocatoria al congreso nacional del 12 de julio, condición que pedían los opositores para dar de baja los pedidos de impugnación que presentaron. Ahora queda en manos de esa cartera expedirse sobre esa denuncia, que acusa irregularidades en la reunión de Consejo Directivo del 24 de abril donde se decidió la convocatoria. Según aseguró el ministro Carlos Tomada en conferencia de prensa, “no hay plazos” para que se tome esa decisión, aunque en el edificio de la avenida Alem le confiaron a Página/12 que será antes del 12. “No importa qué se decida, el actor que se sienta perjudicado va a recurrir a la Justicia”, aseguran allí, por lo que descuentan que este conflicto excederá esa instancia. El moyanismo, en principio, ya anticipó que desconocerá la sentencia por considerar que los problemas deben resolverse en el seno de la organización.
“Vinimos por una cuestión de cortesía”, transparentó Julio Piumato (Judiciales), uno de los representantes del sector encabezado por el titular de la CGT en la audiencia de ayer: desde el entorno del camionero ya no confían en sus interlocutores (“ni en los sindicales ni en los políticos”, aseguran) por lo que permanecieron atrincherados en su convocatoria al congreso en el que se elegirán las nuevas autoridades. En cualquier negociación que se entable desde ahora hasta el 12, la otra parte deberá conceder en este punto, sostienen cerca del camionero, donde califican de “inamovible” esa cita. Así, la oferta presentada ayer por la oposición de “desistir de la impugnación para abrir una mesa de diálogo y dejar sin efecto el congreso en función de hallar una solución” no tuvo cabida.
El argumento del moyanismo, que ayer fue expresado por el canillita Omar Plaini, es que ese sector, por conducir la central, “tiene la responsabilidad administrativa de llevar adelante los actos para que la CGT renueve autoridades”. Sin embargo, cuando se les ofreció prorrogar los actuales mandatos tampoco aceptaron esa salida. Tampoco accedieron a realizar un cuarto intermedio para consultar esa decisión con Moyano y otros dirigentes de ese grupo. “Nosotros seguimos adelante con el congreso del 12 de julio y les ofrecimos a los gremios impugnantes y a todos los integrantes del movimiento obrero que se puede dialogar y se puede hacer”, corroboró Piumato a la salida del mitin. El punto ya fue reiterado tantas veces por parte de los voceros del titular cegetista que parece inamovible. De todas formas se convocaron para esta mañana en la sede de Azopardo para “analizar” lo que quedó de la jornada de ayer y luego brindar una conferencia de prensa.
Desde el otro lado, el dirigente de Sanidad Carlos West Ocampo, uno de “los Gordos”, el sector más intransigente contra la actual conducción, dio por acabadas las conversaciones: “No hay nada, se terminó todo”, sentenció al salir del encuentro que se llevó a cabo en el edificio que Trabajo tiene sobre la avenida Callao, a una cuadra del Congreso. West Ocampo también se mostró confiado en que el ministerio convalidará las impugnaciones presentadas respecto de la convocatoria a elecciones aunque no quiso anticipar cuál sería la siguiente jugada de la oposición en ese caso. “Hay tiempo para eso”, se excusó para evitar confirmar que habrá una convocatoria electoral paralela.
Por la noche, Tomada dio una conferencia de prensa en la que transmitió las novedades del encuentro y destacó, a pesar de las diferencias, que “los sectores en disputa destacaron la necesidad de la unidad del movimiento obrero” y también “la responsabilidad de los gremialistas involucrados en hallar una solución”. Consultado acerca de una fecha estimativa para expedirse sobre las impugnaciones, el ministro aseguró que “no hay un plazo para analizar el expediente”, aunque este diario pudo averiguar que la intención es que la resolución llegue antes del congreso convocado, ya que, en ese caso, “se agregaría otro problema más” a una situación de por sí compleja. Respecto de la decisión, lo cierto es que aunque resta un análisis pormenorizado del incidente, en el ministerio reconocen que hubo irregularidades en la convocatoria del 24 de abril.
La reunión de ayer fue encabezada por la directora nacional de Asociaciones Sindicales, Elena Otaola, y contó con la presencia de Piumato, Plaini y el panadero Abel Frutos por parte de la CGT, mientras que los impugnantes estuvieron representados por West Ocampo, Julio Ieraci (Luz y Fuerza) y Oscar Romero (Smata).
Vía pagina12