El banco brasileño Itaú Unibanco, a través de su sucursal de Grand Cayman, hizo uso ayer de un 3,6% de las acciones en YPF, y quedó como nuevo accionista. La entidad fue una de las que prestó dinero al Grupo Petersen para ingresar a YPF, y luego de que los Eskenazi declararan su default, ejecutó las acciones que eran la garantía del préstamo.
Por medio de una nota a la Bolsa, la petrolera que conduce Miguel Galuccio explicó que se trata del mayor banco privado de Brasil, que adquirió el 12 de junio 14.194.472 millones de ADS a un precio de U$S 11,12 cada una. En la nota se especificó que “no es propósito del adquiriente obtener una mayor participación ni alcanzar el control de la voluntad social” de YPF. Lo mismo expresó el mexicano Carlos Slim, que se alzó con el 8,4% del paquete de YPF, y tiene dos lecturas: cautela, o bien que les interesa quedarse en la compañía.
Petersen recibió en 2008 un préstamo de U$S 1018 millones de un pool de bancos y otro de U$S 1015 millones de la propia Repsol para adquirir un 14,9% de las acciones de YPF. Otro 10% de YPF fue adquirido por Petersen en 2011, también con el apoyo financiero de bancos y Repsol. Hoy, el Crédit Suisse, BNP, Goldman Sachs, Standard Bank, Santander y Citibank tienen acciones de YPF, pero no aún no decidieron qué harán con ellas.
Ayer, los papeles de YPF siguieron en alza por segundo día consecutivo: subieron un 4% en Buenos Aires y casi un 3,5% en Wall Street. Por otra parte, la ministra de Industria, Débora Giorgi, puso ayer a disposición de Galuccio, a los equipos técnicos y profesionales del INTI y las secretarías del ministerio, a fin de colaborar en el incremento de la producción de la petrolera.