miércoles, 27 de junio de 2012

“No habrá extorsión o agravio que me aparten del camino”


Cristina Kirchner no anduvo con vueltas: advirtió ayer por cadena nacional que “los principales beneficiarios” del modelo puesto en marcha en el 2003 “están tratando de pinchar el bote con la lógica del escorpión” y señaló que esa actitud no se entiende, salvo que “haya más que cuestiones gremiales”. La Presidenta no dio nombres propios, pero –en vísperas del paro y la movilización que Hugo Moyano convocó para hoy– la defensa que también hizo del Impuesto a las Ganancias no dejó lugar a dudas de que el camionero y los que adhieren a su protesta eran los destinatarios de sus palabras. No fueron los únicos: un extenso párrafo del discurso presidencial estuvo dedicado a un repaso detallado de la asistencia financiera que se le brindó a Daniel Scioli para la provincia de Buenos Aires y concluyó no sólo con un llamado a “aprender y gestionar los recursos”, sino también con una exhortación a “cesar con las operaciones”. CFK también inscribió en un intento de “desestabilización” la toma de Cerro Dragón, anunció que la Gendarmería dejará de actuar en conflictos que atañen a las provincias y decretó tres días de duelo por el accidente en el que murieron nueve gendarmes que habían participado del operativo desplegado por la ocupación de ese yacimiento.
La palabra de la Presidenta acerca del conflicto con Moyano era esperada desde su regreso anticipado de la cumbre Río+20 el miércoles pasado, cuando los camioneros bloquearon refinerías y depósitos de combustibles y dejaron a la gente sin nafta y sin gas. El lanzamiento del plan Argenta de créditos para los jubilados le dio la posibilidad de explayarse sobre la situación planteada con el secretario general de la CGT y también acerca de otros asuntos, como la toma de Cerro Dragón. “Lo que se estaba buscando es que entrara a sangre y fuego la Gendarmería y producir un evento que escandalizara y desestabilizara al Gobierno”, sostuvo de lo ocurrido en Chubut y agregó que “esto pasa muchas veces cuando los empresarios o algunos sindicalistas creen que dividiendo a los sindicatos se obtienen mejores cosas. Cuando se divide el Movimiento Obrero, cuando se anteponen cuestiones personales que no tienen nada que ver con los intereses de los trabajadores pasan las cosas que pasan”.
Cristina Kirchner nunca mencionó a Moyano, pero aludió a él en varios tramos. “Tuve que volver al país porque se había declarado una huelga de combustibles con toma o bloqueo de refinerías que nos colocaba en un paro general. No hace falta ser muy inteligente para saber cuando uno para el suministro de combustibles para el país”, recordó de su vuelta de Río de Janeiro en medio de la protesta que Pablo Moyano conducía en la puerta de una planta de YPF en La Matanza mientras su padre Hugo llamaba desde los estudios de TN al paro y la movilización a la Plaza de Mayo. “Me tocó ver el miércoles a la noche y este fin de semana –expuso la mandataria en referencia también a la toma de Cerro Dragón– escenas que realmente creí que los argentinos debíamos haber superado en esta Argentina que ha generado 9.159.186 puestos de trabajo.”
El miércoles pasado, la huelga de los camioneros era por su desacuerdo con el 21 por ciento de aumento que en la paritaria les ofrecía la patronal, con la que cerraron después en un 25,5 por ciento. “Otros sectores que agrupan a otras actividades pudieron resolver sin una hora de paro, sin ningún tipo de enfrentamiento ni extorsión para la sociedad, sus situaciones laborales, sin impactar en el resto de los argentinos”, reprochó CFK.
Hoy el paro será por la suba del tope para las asignaciones familiares y del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, el eje convocante al que apostó Moyano para llevar más agua para su molino. Ni aun así –y por más que muchos expresaron su coincidencia con el reclamo– consiguió sumar a más gremios que los que le son fieles para su excursión a la Plaza de Mayo, que recibirá a los moyanistas sin custodia policial. “He dispuesto que no haya personal de seguridad, solamente habrá personal de seguridad custodiando la Casa de Gobierno”, anunció también ayer la Presidenta y explicó su decisión: “No es justo tampoco que los trabajadores –serán policías y a algunos les gustarán menos, pero son trabajadores– tengan que ser insultados, escupidos o empujados como hemos visto en los últimos tiempos.”
“Más que Impuesto a las Ganancias es un impuesto a los altos ingresos, que existe en todas partes del mundo”, aclaró por otra parte a propósito del reclamo y precisó que sólo el 19 por ciento de los poco más de nueve millones de trabajadores registrados paga ganancias. También dio ejemplos puntuales de lo que se tributa según diferentes niveles de ingresos (ver aparte) y remarcó que el mayor descuento que tienen los trabajadores es el 17 por ciento de los aportes personales y no ganancias.
Así, acompañada por el vicepresidente Amado Boudou, varios miembros de su gabinete y funcionarios y legisladores del oficialismo –entre ellos Héctor Recalde, a quien CFK agradeció particularmente su presencia–, Cristina Kirchner buscó contrarrestar la “creencia de que prácticamente el Estado le arrebata a cada trabajador millonadas”. En la misma sintonía no dejó de señalar que la Argentina tiene “el mejor salario de toda América latina” ni de hablar del “salario indirecto” que representan los subsidios al transporte, luz, gas, agua y combustible y “que no los paga el empleador sino el Estado”.
“Sería muy interesante comenzar a discutir en la Argentina esto de hacer socialismo con la plata del Estado y de los demás, pero cuando te vienen a tocar la tuya te convertís en el liberal más acérrimo; hay que rediscutirlo, sobre todo si te querés seguir llamando peronista”, planteó también la Presidenta, después de exponer que “muchas veces los salarios se obtienen por la capacidad de presión” y que de “los 62.000 millones de masa salarial registrada, el 19 por ciento de los trabajadores se queda con el 41 por ciento y el 81 por ciento se queda con el 59 por ciento”.
“En el mundo están todos en el Titanic, nosotros hemos construido este bote en el que está la Argentina y que está aguantando la tormenta con todo, y veo que los principales beneficiarios de ese proyecto están tratando de pinchar el bote con la lógica del escorpión –alertó la Presidenta–. La verdad que no lo entiendo. Salvo que haya algo más que cuestiones gremiales, a la luz de los acontecimientos que son públicos y notorios en la región.”
“El día que no estemos nosotros irán por el verdadero objeto, que es volver a lograr mano de obra barata como la tuvieron durante décadas”, advirtió ya al término de su discurso Cristina Kirchner y lo cerró con otra definición: “No habrá extorsión, amenazas, insulto o agravio que me aparten del camino que me he fijado”.